Estimadísimos
lectores es un placer reencontrarnos nuevamente a través de estas líneas. Lo
prometido es deuda y aquí tienen la segunda parte.
En
términos de detección de engaño el ser humano ha desarrollado varios métodos,
sin embargo, ninguno es efectivo al 100%. El problema es que el analista cree
que la máquina que utiliza le mostrará todos los indicios que debe saber y -con
esa idea en la mente- evaluará y juzgará a otro ser humano. Tanta confianza en
su método le hace perder objetividad y olvida que sus conclusiones pueden ser
erróneas, así, es muy probable que una persona veraz pase por mentiroso, o que
un mentiroso pase como veraz (Juan Benavides en su libro el arte del
interrogatorio científico presenta el caso del doble espía Aldrich Ames quien
pasó la prueba de polígrafo varias veces durante veinte años sin ser
descubierto). En mi opinión lo mejor es utilizar dos técnicas combinadas para
mejorar el porcentaje de éxito y determinar con mayor exactitud si alguien
miente o dice la verdad.
Usted
puede utilizar el polígrafo, el análisis gramatical de textos, el monitoreo
cerebral, el análisis de voz o cualquier otro método y se puede apoyar de la
técnica de entrevista kinésica (detección de engaño mediante indicios
conductuales).
El
Dr. Paul Ekman estima que la detección de engaño mediante indicios conductuales
tiene un porcentaje de efectividad del 80% (comparado con el 90% que tiene el
polígrafo es un porcentaje muy bueno, y si consideramos la variable precio el
beneficio puede ser mayor). Obviamente que los analistas deben de pasar por una
capacitación al respecto para saber ¿Qué preguntas tienen que formular? Y ¿en
qué indicios deben fijarse? Anteriormente tuve varios alumnos que eran peritos
poligrafistas con amplia trayectoria y al final del curso siempre comentaban lo
útil que les había resultado conocer sobre lenguaje corporal. Ahora podían ver
otros indicios que reforzaban las gráficas del polígrafo y tener mayor certeza
en sus conclusiones.
Le
voy a compartir algunos indicios importantes en los que se tiene que fijar para
saber si alguien intenta engañarlo (en
el curso revisamos muchos más; de hecho los indicios están categorizados en
indicios verbales, indicios vocales e indicios corporales), ponga mucha
atención pues respecto del lenguaje corporal del mentiroso existen varios
mitos. También tome en cuenta lo siguiente:
1. Usted como analista en detección de
engaño mediante indicios conductuales tiene un porcentaje de error (20%).
2. Siempre que realice un análisis de la
conducta no verbal debe tomar en cuenta varias cuestiones (el contexto, las
personas que interactúan, el lugar donde se realiza la entrevista y demás
factores que pueden desviar las conclusiones)
3. Jamás llegue a conclusiones basándose
en un solo gesto. Los gestos son solamente información, lo correcto es agrupar
varios indicios.
Y
ahora si los indicios:
1. Desliz
emblemático: Es un
indicio corporal muy significativo. Puede presentarse como un ligero
encogimiento en el hombro (véase el capítulo uno de la serie lie to me), un
puño o el dedo medio levantado. Cada uno tiene distinto significado emocional.
El Dr. Ekman opina que estos indicios ofrecen la posibilidad de descubrir el
engaño en el primer encuentro. Es un indicio muy poderoso pero acuérdese que lo
correcto es agrupar, es decir, debe presentarse éste indicio más otro (puede
ser verbal, no verbal o vocal) para ser considerado un agrupamiento.
2. Parpadeo: más confiable que el contacto visual
y las claves de acceso ocular (Programación neurolingüística). El parpadeo
indica la velocidad a la que se está pensando. Tome en cuenta que si el
mentiroso no tiene un plan tiene que correr varios procesos mentales a la vez,
lo cual hace que tenga una enorme carga mental y eso cambia sus patrones de
parpadeo.
3. Cambios
en el tono de voz:
“Como el rostro, la voz también está vinculada con zonas del cerebro que están
involucradas con las emociones. Es muy arduo ocultar algunos de los cambios que
se producen en la voz cuando se despierta una emoción. Como detectar mentiras, pág. 86” Por lo anterior, al mentiroso le resultará más
fácil controlar sus gestos y sus palabras que el tono de la voz.
Si quiere saber más
acerca de los indicios de engaño y de la entrevista kinésica pregunte por
nuestros cursos.
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