viernes, 10 de julio de 2015

EXPRESIÓN FACIAL: LA MAESTRÍA EN EL LENGUAJE CORPORAL


“Vuestro rostro, mi señor, es un libro donde los hombres pueden leer extrañas cosas”
Shakespeare.
Hola amable lector. Hoy escribiré sobre el tema más difícil en lenguaje corporal, la expresión facial. Digamos que se trata de la materia más difícil que hay que aprobar para convertirse en un experto en el estudio de la comunicación no verbal.
También es lo más difícil en términos de interpretación, al momento de realizar un análisis de la conducta no verbal; porque el ser humano aprendió desde muy pequeño a controlar lo que muestra su cara y porque en la vida real lo que normalmente vemos son micro expresiones faciales o mezclas emocionales que complican aún más nuestra labor.
Lo primero que debo explicarle es que hay siete expresiones faciales universales, estas son: Alegría, tristeza, enojo, asco, desdén, miedo y sorpresa. Cada emoción se refleja en la cara de distinta manera, tiene una duración aproximada y se acompaña de diferentes reacciones fisiológicas.
Hay emociones que suelen confundir la mayoría de las personas que no han recibido entrenamiento al respecto; se confunde el enojo con el asco y la sorpresa con el miedo, como resultado de algunas características que comparten. Pero, si se fija bien y conoce las características de cada una, observará que hay grandes diferencias.
También debo advertirle que las personas frecuentemente intentarán engañarnos mostrando una emoción que no están sintiendo. ¿Cómo puede desenmascarar su mentira?, ¿Qué es aquello que los mentirosos desconocen?
Primero fíjese si la expresión facial es simétrica o asimétrica. Una expresión facial inconsciente es perfectamente simétrica (excepto el desdén).
Luego debe fijarse en la duración de la emoción cuando pasa por la cara, la sorpresa es muy breve, la tristeza dura mucho. Cada emoción tiene cierta duración y nunca surge explosivamente ni desaparece abruptamente si se trata de una emoción real.
Otro detalle al que debe prestar atención es a la participación de los músculos faciales fidedignos. Una expresión facial inconsciente requiere forzosamente de la participación de músculos faciales que generalmente no controlamos voluntariamente, tal es el caso de los orbiculares del ojo en la alegría y del levantamiento del ángulo interno de la ceja en la tristeza; por mencionar algunos ejemplos.
En el rostro también podemos leer la intensidad de la emoción que se está sintiendo. Si la emoción comienza a surgir o está disminuyendo veremos en la cara una expresión facial leve o una expresión facial parcial.
Si, por otro lado, la persona que estamos observando intenta de forma consciente eliminar todo rastro de emoción en su cara, lo que observará es una micro expresión facial (que es una filtración emocional que aparece en la cara durante ¼ de segundo) o una expresión facial abortada.
Si esto que leyó le parece complicado, se me va a desmayar cuando le diga que en su cara es más frecuente que aparezcan mezclas emocionales que emociones puras. Es decir, puede mostrarnos una sonrisa asimétrica (mitad desdén, mitad alegría) o una nariz arrugada (asco) con unos párpados superiores que se elevan y unas cejas que bajan (enojo).
La cara es lo verdaderamente complicado en el lenguaje corporal. Cualquiera puede analizar un cruce de brazos o una postura corporal, pero no todos pueden analizar expresiones faciales.
Sin embargo, unos ojos entrenados lo pueden ver todo.

Hasta la próxima ocasión.

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