jueves, 4 de junio de 2015

EL LENGUAJE CALLADO DEL AMOR 2 (SEDUCCIÓN MASCULINA)

Ahora hablaré sobre la actitud que debemos de asumir los hombres cuando queremos seducir a una mujer.
Primero déjeme comentarle que el hombre tiene un repertorio limitado de señales sexuales. Hay compañeros que lo único que saben hacer es pararse erguido y esponjarse como pavo reales (ya sabe usted, sacando músculo según ellos). Otros tratan de llamar la atención de las chicas a como dé lugar, incluso si eso significa mandar señales tan lamentables y paupérrimas como tocarse la entrepierna constantemente, aventar al aire cacahuates y cacharlos con la boca o estrellarse una lata de cerveza en la cabeza. Si hacen esto es porque nadie les ha enseñado qué señales mandar.
Etapa 1 Desinterés. Apréndanselo bien, los grandes seductores nunca llevan prisa. Hay buenos tipos que son demasiado transparentes y se muestran muy interesados en una mujer desde que platican por primera vez. Quieren agradar tanto que resultan desagradables, se ven demasiado necesitados. Ésta conducta trae dos desventajas: la primera es que comunican que tienen escaso valor social, es decir, que valen menos que la chica a la que intentan seducir y eso les resta atractivo. La segunda desventaja es que, al mandar mensajes precipitados como invadir la distancia, tocar a la chica muy rápido, sentarse a su lado, etc. Generan una resistencia inconsciente en la mujer que intentan seducir, que nunca cederá. La chica se defenderá de sus torpes avances, esa es la respuesta natural. Usted no quiere que se aleje ¿cierto? Así que, lo primero que debemos hacer es ajustar su lenguaje corporal para mostrar desinterés. Que a la mujer que intenta seducir nunca le pase por la cabeza ni lo mire como un potencial pretendiente. ¿Qué logramos con eso? Que la chica nunca se ponga a la defensiva, sencillamente porque está segura de que no le atrae, de que no le gusta ni tantito a usted. ¡Esto es el mundo al revés!
Etapa 2 Lograr que ella lo persiga. Cuando ha logrado pasar la primera etapa y se conocen mejor, es probable que a ella le resulte agradable, que se sienta cómoda; es hora de mandar ciertas señales de interés, porque si sigue mostrando desinterés, lo pueden desterrar a la temida zona de “seamos simplemente amigos.” Ahora sí, mírela a los ojos, láncele una mirada a la boca y luego vuelva a mirar sus ojos. Escúchela con atención. Interésese en ella. Tóquela (contactos no sexuales), tómele la mano y suéltesela; al hacer esto generará más incomodidad cuando no la toque que cuando la toque. Ése es el juego de la seducción; crear tensión y luego aflojar la tensión. Mostrar interés y luego por momentos desinterés. El objetivo en ésta fase es lograr que ahora ella lo persiga y a usted le toca resistirse, decirle con una actitud juguetona frases como: ¡espera, no vayas tan de prisa!, ¡que no te amarraron las manos de chiquita!, oye suéltame ¡vaya con la niña!, en fin. Sea ingenioso, resístase, hágase desear y luego vuelva a ser encantador. Créame, las mujeres se comportan igual y no se tocan el corazón al hacerlo. Si sigue al pie de la letra las instrucciones, lo más probable es que ella acabe seduciéndolo a usted.
Etapa 3 Déjese alcanzar. La etapa que sigue es consumar la seducción. Tengo plena confianza en que usted sabrá qué hacer. Aunque tal vez otro día platiquemos al respecto.

Los hombres debemos entender que el campo de la seducción es muy similar al campo de batalla. Hay ocasiones en que debemos planear una fuerte ofensiva y ocasiones en que ganamos más con la retirada…

No hay comentarios:

Publicar un comentario