“Nadie puede (…) hacer
pensar a otro lo que a él se le antoje. Lo que sí se puede es observar bien a
alguien, y entonces es posible acertar muchas veces lo que piensa o lo que
siente en un momento dado y anunciar lo que hará en el momento siguiente. Es
muy sencillo, pero la gente no lo sabe. Claro está que es preciso ejercitarse
un poco.”
Del libro Demian de
Hermann Hesse.
Quise
comenzar de nueva cuenta con una cita de uno de mis libros favoritos. Yo le
digo leer la mente a través de las señales que manda el cuerpo casi siempre
inconscientemente. Pero para platicárselo primero tuve que comprobarlo varias
veces, déjeme le cuento una anécdota.
Cuando
comenzaba a estudiar lenguaje corporal observaba con más atención a mis alumnos
de la Unitec para poner a prueba la teoría. Cierta ocasión me encontraba en la
parte posterior del salón viendo como exponía un equipo. Mi ubicación me
permitía tener un panorama general de todos sin que ellos estuvieran
conscientes de que los observaba. Así actuaban más naturales. Me llamó la
atención un alumno que empezó a tener los molestos micro picores en la espalda,
la zona que representa el escape. Pensé –tiene ganas de irse- unos minutos
después se levantó de su silla y salió discretamente del salón.
No
es magia, es simplemente observación y claro está, tienes que saber qué hay que
observar. Hoy continuaremos hablando del simbolismo corporal.
El
cuerpo humano es una dualidad, como el día y la noche; como el lado luminoso de
la fuerza y el lado oscuro de la fuerza diría un maestro Jedi. La parte frontal
representa todo lo bueno: las ganas de acercarse, la apertura. La parte
posterior todo lo malo: el escape, el cierre. Le damos la espalda a lo que nos
resulta desagradable. Cuando el niño toma consciencia de lo anterior, su forma
de comunicarse con los demás cambia radicalmente.
Ahora
hablemos de la parte frontal del cuerpo. El significado corporal es muy
sencillo, se lo voy a explicar a grandes rasgos.
Las
personas tocan su cuello para expresar malestar ante la presión que ejerce
alguien. También las mujeres lo utilizan muy bien para coquetear cuando lo
acarician. Metafóricamente a través del cuello pasan las palabras con dirección
hacia la boca. También nos permite respirar.
Más
abajo se encuentra la zona del EGO. En el pecho las personas ubican el YO y
nosotros leemos las ganas que tienen por recibir reconocimiento público.
En
el vientre está la zona de la abundancia, del éxito material. Se dice que las
personas con éxito material engordan. Tal afirmación me recuerda a una figurita
de un gordito pelón que mi abuelita me regaló (ella le llamaba Buda) me decía
que había que sobarle la pancita para tener dinero, que curioso. También me
recuerda como dibujan a los capitalistas o a los banqueros en las caricaturas
políticas de algunos periódicos. Hombres muy pasados de peso y de pesos.
En
la parte posterior del cuerpo encontramos la espalda, que como ya mencioné
representa las ganas de escapar. Habrá que señalar que hay distintos tipos de
escape, la interpretación depende de la zona de la espalda que el ser humano se
toque.
Más
abajo, donde la espalda pierde su digno nombre se encuentra el coxis. En esa
zona están las carencias, las necesidades de la persona que son de muchos
tipos, no nada más materiales.
Finalmente
están las extremidades. Los mensajes que mandan tienen que ver con la zona del
contacto pero también con los tipos de cruces que las personas pueden hacer con
ellas.
Los
brazos cumplen con tres funciones ancestrales; el ataque y la defensa se
encuentran en la parte externa del brazo, la parte dura. En la parte interna
del brazo está la otra función: el abrazo, el apapacho.
Las
piernas son la parte más inconsciente del cuerpo, mandan mucha información.
Representan el acercamiento (en su parte frontal) y la huida (en su parte
posterior). Las reglas que aplican a las piernas son distintas a las de los
brazos, pero eso se lo platicaré en otra ocasión.
Disfrute
su fin de semana. Si puede lea Demian. Es un libro con muchas enseñanzas y muy
ameno. Como siempre fue un placer reunirme con usted a través de ésta columna.
Hasta pronto.
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