lunes, 22 de junio de 2015

LO QUE EL CLIENTE EXPRESA SIN PALABRAS. (VENDA MÁS CON LENGUAJE CORPORAL)

En el lejano oriente cuentan que los vendedores de jade miran cuidadosamente los ojos de los posibles compradores. Cuando la pupila del comprador se dilata lo interpretan como una señal de que les ha gustado mucho la artesanía y no hacen ni una mínima rebaja al precio. Lo interesante es la sagacidad del vendedor al tomar consciencia de las reacciones corporales de su posible cliente. Aunque su tarea se dificultará enormemente con unos ojos de color oscuro o si el cliente lleva puestas unas gafas para el sol.
Además habrá que señalar que respecto de la dilatación de la pupila, según el psicólogo norteamericano Eckhard Hess ocurre cuando lo que observamos nos agrada. En cambio, la pupila se contrae, cuando lo que vemos nos resulta desagradable. Otro punto de vista importante es el de Paul Ekman, quien opina que la dilatación de la pupila solamente expresa que hay una emoción no específica.
Por lo anterior yo le recomendaría seguir leyendo esta tercera y última entrega de venda más con lenguaje corporal. En ella encontrará algunas otras señales corporales interesantes que emiten los clientes.
1.    Ponga atención a la expresión facial de su cliente.
En la cara se leen toda la gama de emociones humanas. El cliente mostrará alegría si las cosas van por buen camino. Fíjese bien en la zona de los ojos; las cejas bajarán, las mejillas se elevarán y se formarán las patas de gallo.
Si al cliente no le agrada la propuesta seguramente arrugará la nariz y el labio superior se levantará en una clara señal de disgusto. Algunos confunden el disgusto con la ira, la diferencia está principalmente en la boca.
Cuando hacemos enojar al cliente lo mostrará mediante unos labios muy delgados (labios afinados) y el párpado superior que se eleva mientras las cejas bajan.
2.    Observe bien los gestos de su cliente.
Cuando hablo de gestos me refiero a los movimientos que hace el cliente con su cuerpo no con su cara (eso es expresión facial).
Tenga mucho cuidado con cualquier gesto en el que la mano tape algún canal sensorial (ojos, boca, nariz y oídos) porque lo que está expresando el cliente es que algo no le agrada. Si la mano va al párpado superior el cliente no quiere ver. Si el dedo índice y el pulgar hacen una pinza en la nariz el cliente piensa que algo huele mal. Si se rasca el interior de la oreja no quiere escuchar o las palabras le molestan. Si cubre con la mano la boca está cortando la comunicación y expresando desacuerdo con sus argumentos o algo le da miedo (habrá que agrupar con la expresión facial).
Cuando el cliente está aburrido o impaciente lo expresará a través de gestos de impaciencia que sirven para desplazar la ansiedad como golpear el piso con el pie, tamborilear con los dedos, observar constantemente la puerta o mirar discretamente el reloj.
Si el cliente duda su mano se dirigirá a la barbilla.
Si el cliente está reflexionando antes de tomar una decisión tocará su frente. Es importante que observe la forma que toma la mano. Si es un puño la situación se está poniendo tensa, si es una palma extendida las cosas van bien.
Las señales de interés serán las siguientes: El cliente jalará el documento o folder que le presente hacia él. Se acercará a usted mediante un movimiento de tronco. Inclinará la cabeza y asentirá con ella expresando un acuerdo inconsciente. También mostrará un parpadeo constante. El parpadeo cumple una función importantísima que es la de captar la información. Si su cliente deja de parpadear, deja de escuchar.
La próxima vez que trate con un prospecto o cliente recuerde que la comunicación es un camino de dos sentidos. Hay que saber comunicarse bien y conocer el producto. Pero también es de suma importancia estar atento a las señales que nos mandan, generalmente de forma inconsciente.
Además, uno nunca sabe cuando va a acabar vendiendo figuritas de jade en el lejano oriente. Es broma.

Hasta la próxima ocasión.

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